Un niño más en el mundo..., y un arrullo más entre mis gotas.

Este verano he hecho dos arrullos para recién nacidos, y es que es un regalo perfecto para la ocasión. Es útil, exclusivo y totalmente personalizado. En este segundo he hecho algunos cambios respecto al anterior (pincha aquí si quieres verlo).

Conserva las mismas medidas, pues son cómodas para su uso (90 x 70 cm.). Igualmente, el lado que va en contacto con el bebé lleva el rizo blanco, pero por la otra cara, en lugar del acolchado he puesto una tela de piqué. El arrullo queda flexible y ligero. Además, el conjunto también queda completo con su bolsa a juego para guardar y transportar el arrullo a donde haga falta. 

La gran novedad respecto al otro arrullo es el bordado en cadeneta con el nombre del bebé y un dibujo muy simpático. Realizado con hilo rojo y detalles en azul, se crea un contraste muy bonito. 

Un bordado en una de las esquinas del arrullo con el nombre del bebé, unos pollitos y por supuesto... la gota de rocío.

Armonía entre las telas del conjunto: bolsa de cuadros celestes con forro del mismo color con finas listas blancas y arrullo con pequeños lunares blancos.

Bolsa para guardar el arrullo.



Entre la armonía de azules, el contraste lo crea el hilo del bordado.

Precioso botón de madera pintada para el cierre de la bolsa.

Y un osito cariñoso para completar el conjunto.