Mi madre tiene una contractura muscular y el traumatólogo le recomendó que usara un saquito térmico. Así que mi madre se fue a una tienda especializada y se lo compró. Pero cuando llegó a casa y lo usó, le resultó incómodo. Y es que el saquito que ella ha comprado es un cojincito cuadrado que no se adapta a la zona cervical. Es perfecto para un dolor de barriga o de lumbago, pero para el cuello resulta molesto. Así que he cogido un trocito de tela de patchwork, que aparte de mona es 100% algodón (no tengamos disgustos con el microondas) y le he hecho este otro saquito que se adapta perfectamente al cuello. ¡Ahora sí tiene alivio de su contractura!
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