Ni siquiera recuerdo el tiempo que tengo pensada esta entrada, más de un año seguro. Últimamente no tengo mucho tiempo para coser, así que pocas novedades os puedo enseñar, con lo que creo que es un momento muy oportuno para que hablemos de los costureros.
He cogido mis cajas de costura y me he ido al jardín a ponerlas guapas para las fotos. El cielo nublado me ha facilitado la tarea, no he tenido que refugiarme de la luz brillante ni de las sombras, así que en menos de una hora he tenido todo listo. ¿Empezamos?
Mi primer costurero aún lo conservo... y lo uso. Yo tendría alrededor de 6 o 7 años y recuerdo haberlo llevado al colegio. Es un costurero muy pequeñito, siempre lo fue, incluso para las manos pequeñas de una niña. Lo tuve bien guardado hasta que retomé la afición por el punto de cruz en el invierno de 1994, ¿recuerdas la historia? Te la conté aquí.
Aún hoy tengo reservada esta pequeña cestita para el punto de cruz. De hecho en ella guardo un cuadro que, aunque tengo abandonado, sé que algún día lo terminaré.
De pequeña también llevé al colegio una caja de madera que era de mi madre y que ella a su vez también llevaba al colegio. Me encantaba, y hoy la guardo como un pequeño tesorito.
La tengo colocada junto la máquina de coser y en ella guardo algunos hilos.
Me impresiona ver que en el interior, en la tapa, todavía se pueden leer perfectamente las palabras que mi madre escribió de pequeña.
De mi madre también conservo otra caja que ella siempre ha usado como costurero, aunque en realidad me parece que es un joyero. Fue un regalo de reyes de cuando tenía 8 o 9 años, así que de principios de los años 40.
Ella siempre cuenta que su padre la encargó a Barcelona y que le hizo muchísima ilusión. Es de esos objetos que he visto siempre en casa, a los que mi vista se ha hecho, que ni sabría decir si es bonita o fea, simplemente es el costurero de mi madre, el de toda la vida.
Por el espejo y la llavecita yo más bien pienso que es un joyero, ¿no creéis?
Y en la parte trasera tiene este sello. ¿Alguna de vosotras conserva una caja de la misma marca? Me encantaría descubrir que sí.
Para terminar con las cajas antiguas os enseño otra muy curiosa. Es pequeñita, también de madera. Y no sé bien si era de mi abuela o de su hermana. Se trata de una caja de cuchillas de afeitar y sobre la tapa una de las dos pintó sus iniciales, un dedal, hilo y aguja. Lo que pasa es que ambas hermanas tenían las mismas iniciales.
Yo la tengo junto a la caja de labores de mi madre y en ella guardo las canillas. La etiqueta interior está intacta, y así la conservo.
¡Vámonos de nuevo al presente! Bueno casi, a 1999. Me compré este costurero y siempre fue comodísimo. Lo que pasa es que con los años el forro del interior comenzó a desteñir y lo tuve que dejar de usar. Un día que me coja con tiempo y ganas lo forro con una telita adecuada y le doy nueva vida.
Después de este costurero cambié radicalmente de estilo. Fueron unos años que estaba todo el día de arriba para abajo, dando y recibiendo talleres de costura. Necesitaba algo práctico, que lo pudiera poner en el suelo si llegara el caso, que se limpiara rápidamente, que fuese muy sufrido. Así que me compré una caja de herramientas. Y acerté de lleno. Cumplía todos los requisitos que yo necesitaba en aquel momento.
No era muy coqueto, cierto, pero práctico al máximo.
Y ahora sí que llegamos al momento presente. Esta semana he dejado la caja de herramientas porque mi estilo de vida costurera ha cambiado y me apetecía tener sobre mi mesa algo más femenino. Me acordé de una preciosa caja de madera que mi hermana me pintó hace ya 20 años, pues mi regalo de cumpleaños de 1995 fue. La usé como caja de hilos de bordar durante mucho tiempo y en los últimos años la he tenido en mi dormitorio con las medias. Pero desde esta semana ocupa un lugar de honor en mi cuarto de costura.
Tiene muy buena capacidad y una bandejita interior supletoria muy práctica.
Mi hermana fue muy detallista y pintó estas florecitas en las esquinas.
Cada vez que mi hermana ve la caja dice: ¿y por qué pintaría yo estos muñecos? Seguro que la próxima vez que venga a mi casa lo vuelve a decir. Pues no sé, pero encajan perfectamente en mi cuarto de costura.
En la historia de mis costureros no me quiero dejar por atrás las cajas de latas. Pues como leí alguna vez por internet: ¿por qué venden costureros en la sección de galletas del supermercado?
¿Y cuál es tu costurero ideal?
Muchísimas gracias por vuestra compañía y vuestros comentarios, os deseo una muy feliz y costurera semana.
Menudo repertorio tienes de costureros. Yo de pequeña, sólo recuerdo una lata con rosas en la tapa. Y ya casada mi madre me regaló uno precioso redondo de mimbre blanco, forrado en su interior y la tapa, con una bonita tela con fondo crudo y rosas en diferentes tonos rosas, del q colgaba 2 corazones, forrada con la misma tela y es el que todavía tengo. A parte de cajas de plástico donde tengo las madejas. Por cierto a tu pregunta, estoy segura que es un joyero. De todos los que muestras, me quedo con el que te pintó tu hermana, una artista como la mía. Feliz domingo.
ResponderEliminarQuerida amiga!!! hoy tu entrada me ha emocionado,son de esas entrada que a mi me gustan,llenas de recuerdos,de cajas de siempre con olor a viejo y recuerdos de antaño.
ResponderEliminarNo sabría decirte cual me gusta más,cada una tiene su historia,tu costurero (yo tengo el mio) la cajita de tu madre,la de tu abuela,vamos,cada una tiene su propia historia,y lo más bonito que las conservas intactas y con cariño.
La que te pinto tu hermana también es preciosa,o así veo yo las cosas que tiene historias,como dices tu de la cajita de tu madre,ya no sabes si es bonita o es fea,pero como tu bien dices es la cajita de tu madre,eso lo dice todo.
Estaría genial que cuando caíga en manos de la siguiente generación las tuvieran tan cuidadas y con tanto mimo como tu.Bss apretaos!!!
¡Qué bonita entrada! ¡Cuantos recuerdos!
ResponderEliminarMi primer costurero fué un regalo de una amiga del colegio, con una forma muy original, que creo que conserva todavía mi madre. Tengo una caja metálica de galletas que era el costurero de mi abuela y el que normalmente uso es del 1985, el año en el que me casé. Luego con esto de las manualidades he hecho algunos preciosos, pero no están en mi poder, sólo me quedan las entradas del blog para recordarlos.
Un saludo
Me encanta tu post, Rocío!! Yo he tenido muchos costureros, y de todo tipo también. Yo tuve uno de madera, pero con los años y el cambio de casa, está desaparecido. Me encanta el de tu madre y el que te pintó tu hermana. Yo también tuve una caja de herramientas, bueno, tengo, pero la utilicé una temporada en que estuve yendo a clase de pintura, no sé si algún día lo retomaré... Abrazos
ResponderEliminarHa sido una entrada llenita de historia y de cajas asombrosas...yo no tengo esta afición de tiempoatrás , al cole llevaba una bolsita a labor, nada más. y en casa nunca me gustó el tema. Mi abuela si era una experta en todo lo de las labores y mi madre tiene sus cajas y costureros pero yo ya tengo una caja que conozco desde que nací con botones de muchísimos años, con lo que encuentro pequeños tesoros siempre que busco uno, además es de metal y el sonido de rebuscar me encanta.
ResponderEliminarBesos
Rocío qué maravilla de entrada, me encantó conocer la historia de todos tus costureros, son preciosos todos y tienes muy lindos recuerdos de cada uno!!! un besote mi niña
ResponderEliminarAnda!! Ya tenemos otra cosa en común, las cajas. Me encantan las de madera, las metálicas, todas. Mi marido se pone a temblar cada vez que me quedo mirando alguna. Ya no sé donde ponerlas. Besitos
ResponderEliminarHola! Yo tengo también una buena colección. Mi costurero principal es el que recibí como regalo de bodas de Maruja, la señora que me cuidó de pequeña y que es como mi segunda madre. También, la típica lata de galletas de mantequilla y otra de la Despensa de Palacios, que uso como guardahilos. Las cajas de bombones me sirven para guardar cremalleras, las latas de te para los botones, cierres y remaches, y las de vino para restos de bieses y piquillos. Como ves, soy una "recogecajas", jeje. ¡Ah! Y por supuesto, tu cestita para los hilos.
ResponderEliminarMenuda colección de cajas preciosas. Tenemos algo en comun Rocio, somos unas adictas de las cajas, nos encantan a las dos. Mi hija me trae de Irlanda unas preciosas y todavia conservo el costurero que llevaba al colegio, como tu. Son todas preciosas, y lo más importante, lo que significan para ti. Me ha encantado la que parece un joyero, y la que te pinto tu hermana.
ResponderEliminarUn besote grande
Que entrada tan bonita, cada costurero con su historia particular! Yo tengo uno parecido al segundo que nos enseñas, del mismo estilo...igualito pero cambia el dibujo, había sido de mi madre también. Como ha ido cambiando....ahora normalmente vamos a lo más práctico, aunque no sea tan bonito pero la verdad que tener cajitas así y usarlas vale la pena.
ResponderEliminarBesos.
Tienes una hermosa colección de tesoros, cada uno con su historia y su valor.
ResponderEliminarBss
Una bonita colección de costureros y una entrada muy entrañable, gracias por compartirla.
ResponderEliminarBesos!!
Hola Rocio,,que colección mas bonita tienes,la caja de tu madre vale oro!! qué suerte que los conserves,y que los disfrutes.
ResponderEliminarBss
Ay, que entrada más chula!!! Me has echo recordar todas aquellas cajas que tenia mi mami cuando yo era pequeña. Esas cajitas y costureros que tienes antiguos, son un tesoro. Conservalas porque son recuerdos muy bonitos. Nosotras cada dos por tres vamos cambiando, según vamos sobre la marcha. Pero antes, nuestras mamis conservaban siempre lo mismo y lo cuidaban como si fuera oro en paño.
ResponderEliminarQue maravilla!!!!
La caja que te hizo tu hermana es preciosa. Esos muñequitos pintados son encantadores.
Feliz semana guapa ...Besos, Paki :)
Ay, que entrada más chula!!! Me has echo recordar todas aquellas cajas que tenia mi mami cuando yo era pequeña. Esas cajitas y costureros que tienes antiguos, son un tesoro. Conservalas porque son recuerdos muy bonitos. Nosotras cada dos por tres vamos cambiando, según vamos sobre la marcha. Pero antes, nuestras mamis conservaban siempre lo mismo y lo cuidaban como si fuera oro en paño.
ResponderEliminarQue maravilla!!!!
La caja que te hizo tu hermana es preciosa. Esos muñequitos pintados son encantadores.
Feliz semana guapa ...Besos, Paki :)
Unas cajas preciosas, cada cual con su vida interna. Además has elegido un marco de fondo precioso para lucir tan hemosas como su mismo entorno. Me gustan todas porque cada una tiene su encanto y se destina para algo en concreto. Yo también confieso mi adicción a las cajas aunque voy más allá pues me gustan incluso las de cartón que con un forro adecuado se le dan vida. A mí me encantaba el costurero de mi madre, de madera, con patas y la tapadera se levantaba exponiendo diversos compartimientos para diferentes elementos. Cada vez que lo abría era un mundo para una cria de 9 años. Desapareció con los traslados pero conservo una foto antigua. No llegué a tenerlo pero sí uno de mimbre forrado por dentro con una telita que alegraba la vista. Luego cambié a otro que me regalaron en forma de caja (forrada) y con una capa movible, como la de tu hermana. Ambos los conservo. Pero actualmente mi caballo de batalla lo tengo con un bloque de cajoncitos donde caben casi todo lo que necesito para labores, todo recogido, al alcance y en orden. Me lo regaló una tía y no lo cmbiaría por nada. Un día le dedicaré una entrada. Nos encantan éstas cosas ¿Verdad?
ResponderEliminarHasta pronto.
A ver Rocío, con las glorias, se van las memorias. Tengo algo para tí en mi blog, pasa cuando quieras. Besos.
ResponderEliminar¡Que bonita entrada Rocio!
ResponderEliminarMe han encantado tus cajas, latas, costurero...
tengo que decirte que el forro del costurero es igual que el del mio, ese que puse en la primera entrada.
Besos guapa y que disfrutes de todas tus cajas.
Chary :)