Los cubiertos bien guardados.

Este invierno me pidieron un estuche para guardar los cubiertos y llevarlo al trabajo para cuando se come allí. Hace poco me pidieron otro, pero el modelo que ya tenía hecho no me convencía mucho para los requisitos que me exponían, sobre todo el de cierre rápido, cómodo y lo más hermético posible. Así que después de mucho pensar he preparado un estuchito con cremallera que con la tela que escogimos, ha quedado de lo más apropiado. Ahora lo veis en las fotos.

Poco después me pidieron otro estuche para lo mismo, con las mismas características, pero con un añadido: que el interior fuera plastificado. ¡Dicho y hecho!

Como esta tela es variada he hecho foto por ambos lados, para que no perdáis detalle, este es un lado...

...y este el otro lado.

El cierre con cremallera es rápido de abrir y no permite que entre polvo. Además, al estar todo acolchado, el estuche tiene cuerpo y se coge rápidamente del cajón sin que se doble la tela.

Aquí lo podéis ver por dentro.

Y este es el otro estuche que he hecho exactamente igual pero con el interior plastificado.

Y una última foto de este segundo estuche, para que veáis que son hermanos gemelos.