Por un detalle.

A las personas se las conoce por sus palabras, sus gestos, sus opiniones, su comportamiento... A Mara la voy conociendo por sus detalles. 

Cayendo la tarde me trajeron este regalo suyo: un ramillete de flores que ella misma ha secado. Aproveché los últimos momentos de luz solar para hacerle una fotografía. La lavanda aún huele y el capullito de rosa en el centro es encantador. 

Con el sol puesto, y aprovechando que no necesitan agua, he puesto el ramillete en el lapicero de mi mesa de costura. ¡Gracias, Mara!

Mañana os enseño lo que preparé en mi tarde de costura, pero es que yo no fui tan rápida como mi amiga. Cometí un error, lo corregí pero ya no me gustaba cómo quedaba, así que he repetido el trabajo simplificando algunas cosas. Si hubiera sido para mí lo hubiera dejado tal cual, pero siendo un encargo he preferido repetirlo.