miércoles, 28 de marzo de 2018

Mochilas para todo y todos.

Hoy os quiero mostrar algunas mochilas más de la colección que os vengo enseñando (pincha aquí y aquí si las quieres volver a ver). 

Para variar un poco en el estilo empezamos con una para chico, se la regalé a mi sobrino que practica el baloncesto. 


Sigamos con otra un poco diferente también, pues en vez de usar la tela vaquera de siempre, elegí esta loneta color crudo. Un pequeño adornito que podéis ver mejor en el monedero a juego y cordones estampados para las asas. 




Volvemos a la tela vaquera a la que os tengo acostumbradas. En la siguiente mochila va combinada con otra de color claro. 




Y por último otra mochila a juego con su correspondiente monedero que mi hermana pintó con mensajes personalizados. 



Muchísimas gracias por vuestra compañía y feliz Semana Santa. 

miércoles, 21 de marzo de 2018

Regalos para dos nenas.

Jamás olvidaré cuando la mamá de Carmen me llamó para darme la noticia de su embarazo. Cada bebé nos regala momentos únicos llenos de esperanza y ternura. 


Le he preparado este detalle con su nombre en tonos algo alejados de lo clásico. Pienso que una taleguilla siempre es útil y no importa tener varias si llega el caso.



Elegí un precioso estampado Tilda en tonos fríos y fue recibida con entusiasmo a pesar de mi retraso. 


Os quiero enseñar hoy también un pequeño estuche para guardar coleteros. Lo entregué el mismo día y desvela un pequeño misterio que adelanté el otro día en redes (Facebook e Instagram).


Me encanta experimentar con cremalleras y se me ocurrió rematar una con la puntada festón. Queda perfecta tanto en el exterior como en el forro del interior. Es ideal para cuando colocamos cierre cremallera en un sandwich de tela exterior, guata y forro, pues permite un acabado estético, eficaz y rápido de realizar.





Y dentro del estuchito coloqué un coletero que preparé con la tela de las cintitas de los extremos del estuche.



Muchas gracias por vuestra compañía y hasta el próximo miércoles. 

miércoles, 14 de marzo de 2018

Preparada para viajar.

En noviembre de 2016 os enseñé una tela que compré en Oporto. Fue una de tantas que compramos porque nos gusta pero sin saber en qué la usaremos. Te la enseñé en una entrada que puedes ver pinchando aquí. Es una tela que reproduce las fachadas de las casas de La Baixa, de muy buena calidad y muy alegre. 

El otro día, sin pensar en el tema, mi mente recordó esa tela y le destinó una utilidad concreta. Así que enseguida me puse a coserla. Puesto que la tela reproduce balcones con ropa tendida, me pareció una idea estupenda hacerme una bolsa para la ropa sucia cuando viajamos. La combiné con una tela amarilla lisa a la que apliqué una puntada decorativa en naranja. Y con el trozo que me sobró hice una bolsita igual pero más pequeña para guardar los cargadores en esos días de viaje. Os di un avance en mi página de Facebook y de Instagram y ahora mismo os enseño el conjunto. 



Os muestro algunos detalles de la tela. 



El interior va forrado con la misma tela amarilla. 


Las puntadas decorativas aportan un acabado muy bonito. 


Pues este era el pequeño misterio que os adelanté el otro día por redes sociales. 


Nos vemos el próximo miércoles por aquí, pero recuerda que actualizo contenidos entre semana en redes sociales (Facebook e Instagram). 

Gracias por vuestra compañía. 

miércoles, 7 de marzo de 2018

Mi nave espacial y su funda.

Hace mucho tiempo, demasiado tiempo, comencé una colcha de patchwork, de esas que se hacen cuando se comienza en este mundo para aprender las diferentes técnicas. La cojo tan de tarde en tarde, que ni recuerdo qué bloques llevo ya hechos. Este invierno le he dado un empujón y en una tarde de esas de sofá y peli, en que no me apetecía ir a repasar la caja guardabloques, confié en mi memoria. Y si lenta voy en la colcha, le añadí un poco de emoción al tema... y repetí bloque. Pero no sólo eso, repetí la distribución de las telas de modo exactamente igual. 

Aquí os enseño algunos de los bloques de mi colcha.
Así que algo tenía que hacer con el bloque repe. Una bolsa para guardar la colcha hubiera estado bien y muy a propósito, pero me pareció igualmente adecuado otro destino: una funda para mi nueva máquina de coser. Me la compré en el último black friday y estoy muy contenta con ella. Sigo siendo fiel a Alfa, ya que la primera máquina que usé fue la Alfa de mi madre de principios de los años 60. Luego me compré la Alfa Inizia: básica pero segura. Es así, que aunque hay máquinas domésticas de gama superior, ahora mi Alfa Smart me parece una nave espacial: con su pantallita táctil desde la que se controla todo, su puerto USB para actualizaciones y su cómodo uso electrónico. 


Bien limpita, mi anterior máquina la guardé en lo alto de un armario de mi cuarto de costura, con su funda que un día te enseñé aquí, para que esté bien protegida. 

Sí, la sillita está en lo alto de un armario, no me he equivocado.
Y a la nave espacial le he hecho esta nueva funda. 

Como suele ocurrir en mano es muchsímo más bonita que en la foto, pero en esta ocasión lo aprecio aún más, y es que últimamente no me gusta cómo hace las foto mi cámara.
El viernes pasado se me ocurrió la idea, y el domingo ya la tenía en su sitio. Es lo que tiene la lluvia, que invita a coser. 


Por el lateral le he dejado una abertura para los cables. Lo que en esta ocasión no he hecho es preparar un hueco por donde sacar el asa. En mi anterior funda sí lo hice y no le he dado uso ni una sola vez. y como siempre se está a tiempo si llega el caso, pues preferí dejarlo así.

He usado las telas que compré para el último costurero, que combinadas con el bloque de la colcha quedan muy bien. 


Y mientras avanzo poco a poco en mi colcha, guardo el bloque repe junto a los demás en mi caja guardabloques y me despido hasta la próxima semana. 



Muchas gracias por vuestra compañía. 

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