miércoles, 28 de febrero de 2018

Neceser japo.

Tenía muchas ganas de practicar el bordado japonés (sashiko), de coser telas japonesas (pero no de las rústicas, sino de las que llevan vivos colores y algún hilo en doradito) y también me apetecía usar una boquilla invisible. Así que lo junté todo y me hice este neceser. 


El bordado japonés con hilo blanco sobre fondo azul no lo he disfrutado mucho. Como la tela ya trae el dibujo marcado por donde debes bordar con marca blanca, a medida que bordas prácticamente no aprecias el avance y me resultó aburrido. Aun así, es una técnica que me gusta mucho el resultado y que se adapta mucho a mi concepto estético. 

Como veis combiné un trocito de tela bordada en sashiko con una preciosa tela japo en azules y rojos. Para asentar costura y acolchar un poco empleé una puntada decorativa de mi nueva máquina de coser. 


Ambas caras del neceser son exactamente iguales. 


Y el interior lo he forrado en gris con lunaritos blancos. En el neceser he guardado las madejas que hace años compré para un cuadro de punto de cruz tan sólo comenzado. Hace tanto años de aquello que ni siquiera sabía que a un trabajo empezado y no concluido se le denomina un UFO. Algún día, algún día lo terminaré, ¿acaso hay prisa?


Muchas gracias por vuestra compañía. 

miércoles, 21 de febrero de 2018

Mochilas personalizadas.

Hace un mes os enseñé algunas de las mochilas que mi hermana me había pedido que hiciera para regalar. Hoy os enseño dos más que han sido un éxito absoluto. En esta ocasión eran para nuestras sobrinas, las hijas de nuestro hermano. Nuevamente mi hermana se ha encargado de todo: la idea, comprar materiales, elegir composición... Yo he cosido lo que ella me ha dicho. 

En primer lugar la mochila de Teresa, tela vaquera y con adornos en tonos muy vivos y alegres. En el monedero le pintó mi hermana el nombre de uno de sus grupos favoritos. 




Y en segundo lugar el conjunto de su hermana Laura. La mochila combina dos telas vaqueras y lleva un tapa costuras como adorno. Para el monedero mi hermana tuvo la genial idea de reproducir uno de los personajes del cómic de nuestra sobrina (MK). 


Nuestra sobrina quedó simplemente... impactada al verlo.
Con la siguiente imagen os hacéis una idea de lo bien que le ha quedado a mi hermana la copia. MK es el de la izquierda como podéis ver.


Muchas gracias por vuestra compañía.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Portadocumentos únicos.

Alguien me ha preguntado si continúo haciendo portadocumentos. Por supuesto que sí, lo que pasa es que no me gusta ser pesada. De hecho es una de las cosas que más hago. Si quieres uno sólo tienes que escribirme a unasgotasderocio@gmail.com. Os enseño algunos de los últimos que he preparado. 

Para Rodrigo busqué un estampado en tonos suaves.


La tela es encantadora, con escenas de conejitos que se abrazan, juegan, leen, bailan o recolectan zanahorias. 



Para Natalia, Carmen, Jacobo, Nicolás y Paula la opción clásica fue un acierto. 





Ligeras modificaciones en su interior hacen que cada portadocumentos sea un trabajo único. Lo que es común en todos es la fundita de tela plastificada acolchada donde guardar la carpeta portadocumentos, la considero muy útil y siempre la incluyo. 






En muchos de mis trabajos se me olvida poner mi firma, pero en los portadocumentos creo que nunca me he despistado.
Muchas gracias por vuestra compañía y hasta pronto. 

miércoles, 7 de febrero de 2018

De paseo con mi bolso nuevo.

Necesitaba un bolso negro que no destacase, que sustituyera a uno que me compré hace años y que dejándolo de mirar con cariño, resultaba demasiado viejo, así que en vez de comprármelo decidí hacérmelo. Compré polipiel negra, aunque yo creo que es el skay de toda la vida que ahora lo venden como polipiel. Continúo con mis compras: asas negras con herraje en bronce, cremallera negra con dientes en bronce y popelín negro para el forro. 

Y después de medir, calcular, cortar y coser salió esto. 


Aunque me ha quedado más formal de lo que pretendía, estoy contenta. Los remates de la cremallera los puse negros también, así que para darle un poco más de alegría empleé como tirador de la cremallera un pequeño reloj que tenía desde hace algunos años con Caperucita y el lobo. 


El tipo de asa permite llevarlo colgado del hombro o de mano, que es algo que a mí me resulta muy cómodo para no cargar los hombros con el peso. 



Y una vez terminado me fui a Córdoba a estrenarlo y lucirlo por la Mezquita-Catedral, la Judería, el Puente Romano o el Museo de Julio Romero de Torres que es donde me he hecho la foto que os enseño. Preciosa ciudad que aún no conocía a pesar de estar a algo menos de 3 horas desde mi casa. 


Un beso y muchas gracias por vuestra compañía. 

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