lunes, 29 de febrero de 2016

Vistiendo a un baby born.

El mismo día que publiqué la ropita para el Nenuco, mi amiga María Luisa (de MLCM) me pedía un conjunto para el último muñeco de su sobrina. Se trataba de un baby born y en esta ocasión sí he conseguido uno para hacerle la ropita, así que ha sido bastante más sencillo. 

He cambiado el patrón, en esta ocasión he seguido un tutorial que me pasó María José (Madejas de colores) y la verdad es que ha sido un gustazo, porque entre que viene todo muy bien explicado y que con el muñeco en mano no me entraban tantas dudas, he disfrutado cosiendo este vestido con su pañal a juego y su bolsito. 

Me contó María Luisa que el muñeco de su sobrina se llama Andrea, así que se lo bordé en el bolsito.
Con el pañal a juego queda un conjunto muy gracioso.

Antes de hacer la ropita me aseguré que la sobrina de mi amiga fuera una niña de prinsesa rosa, pues si no, hubiera sido un desastre esta tela.
Si os fijáis, al vestidito le he tenido que poner unas pinzas y es que ¡¡estoy sorprendida con el pecho que le han puesto a la muñeca!! Me he tenido que actualizar un poco en el tema de las muñecas y supongo que estaré desfasada, porque la verdad es que el baby born me parece... feillo, shhh, que habrá partidarias que les enamore, pero no sé, tanto agujero, tanto pecho, tanta cabeza... Me tendré que acostumbrar, pero hasta que la vista se me acostumbre me quedo con mi baby mocosete, pues yo no fui una niña Nenuco, y aunque también tenía agujeros para los moquitos y el pipí, eran más pequeñitos y sobre todo: era mi muñeco. Lo dicho, que se me tiene que hacer la vista.

Un beso a todas y gracias por vuestra compañía. 

lunes, 22 de febrero de 2016

Un dedal como testigo.

En mi página de facebook una noche conté una bonita historia que todavía por aquí no ha visto la luz. Se trata de una colección de telas y algunos artículos de mercería que completan mi cuarto de costura desde mediados de enero gracias a la generosidad de dos hermanas, que a la hora de vender la casa de sus padres recogieron todo el material que su madre guardaba y que muy acertadamente pensaron que me podía gustar. 


Telas, encajes, hilos de bordar, tiras bordadas y algunos carretes de madera que con una pasadita de lija he convertido en un florerito para mi mesa de trabajo.


Agradecida y honrada, quería hacerles un regalo, algo que les gustara y que yo les hiciera con materiales de la madre de ambas. Pero no se me ocurría el qué, hasta que me pidieron que les forrara unas cestas que querían conservar como recuerdo. Esa era mi oportunidad. 

Entre las telas había un lienzo precioso, casi intacto, únicamente tenía recortado un trozo para hacer seguramente la funda de una tabla de la plancha, pues esa forma tenía. Era la tela perfecta para forrar las cestas y darle ese toque antiguo y natural que tanto nos gusta y que sabía iban a agradecer. 

Estos dos canastos forman un conjunto precioso al que hay que hacerle hueco en una casa ya repleta de vida, pero que seguro que encuentran su rincón.


Como adorno he usado un resto de tira bordada, que como quedaba insuficiente, he completado con un encaje de bolillo en el canasto más pequeño.


El interior lo he fruncido.


Y el hueco de las asas lo he rematado con un bies de lino.


Esta otra cesta la he forrado de otro modo, sin volver, pues es tan bonito el borde que era una pena cubrirlo con tela. 


Además, puesto que va a ser usado como costurero, lo he hecho a modo de talega con cierre fruncido, para que el interior quede tapado.


Para sujetar el forro a la cesta he optado por ponerle unas cuerdecitas atadas al trenzado, así se puede quitar fácilmente para lavarlo cuando sea necesario.


En el interior he puesto esta tirita bordada que aunque pasa casi desapercibida, ahí está.


Y este acerico seguro que viene muy bien para empezar a usar esta cesta costurero.


Con un precioso encaje de bolillo como único adorno, es el complemento perfecto para recordar a una mujer que amó la costura y cuyo testigo recojo honrada.



Feliz semana, fieles compañeras de aguja y dedal.

miércoles, 17 de febrero de 2016

¿Quieres esta talega de pan?

Como os dije ayer, aquí estoy de nuevo, esta semana os vais a cansar de mí. Pero la causa me parece más que suficiente. Y es que participo con una talega de pan en un sorteo que ha preparado Belika Acién en su blog. Os hablé de Belika aquí.

Un día se puso en contacto conmigo pidiéndome una talega de pan para sortearla en su blog. Me pareció una idea fantástica y le propuse hacerla en tonos neutros, para que pudiera adaptarse al mayor número de cocinas posibles. Ella a su vez me pidió que de modo central y en gran tamaño llevara la palabra PAN y que en menor tamaño llevara bordada la siguiente frase: La cocina es alquimia de amor. 

Y mezclando ingredientes esto es lo que ha salido. 




Belika explica en su blog cómo participar, y es tan sencillo como dejar un comentario contando qué tipo de pan te gusta. Os animo a hacerlo, entre todas podemos aprender mucho de este artículo tan básico en nuestra cocina y tan delicioso. Y encima te puedes llevar a casa la preciosa talega de pan que Belika me encargó. 


Así que ya sabes, pinchando aquí y participando en el sorteo, formas parte de la alquimia de amor de Belika.

martes, 16 de febrero de 2016

Tejer la mar de conjuntada.

Ayer mismo publiqué y hoy estoy de nuevo por aquí. Pero es que abrí una incógnita en mi página de facebook y no quería demorar demasiado la solución. Y claro, no me gusta dejar publicaciones cojas en ambos medios, así que por eso estoy por aquí de nuevo. 

Ayer por la tarde hice esta bolsa para guardar el ovillo de lana mientras se teje y que no se enrede la hebra. Pues bien, el proceso de la misma es lo que precisamente mostré por el facebook. Lo he preparado a juego con uno de los conjuntos de guardaagujas que ayer os enseñé. Y el conjunto ahora sí que ha quedado completísimo. 



Lo he hecho a modo de taleguilla cilíndrica para que por el agujerito de arriba se saque la hebra.


Pero si se prefiere también se puede sacar por este otro hueco lateral.


Y como en una sola foto no se ven todos los frentes, pues ahí va otra.


Ea, más conjuntada no se puede tejer.



Y para retomar viejas costumbres, como la de publicar casi a diario, mañana os tengo reservada una nueva sorpresa.

Un beso a todas y gracias por vuestra compañía.

lunes, 15 de febrero de 2016

¿Que hace frío? Pues a tejer.

Si con el ganchillo no soy habilidosa y apenas sé hacer lo básico, con el punto aún peor. Además, es que no me gusta, me aburre. Y mira que podría disfrutar en las noches de invierno delante de la chimenea con una labor de punto o crochet, que te permite pasar horas sin levantarte a por el dedal (que se te ha olvidado), la aguja (que para esa puntada la prefieres más fina), la mini plancha (que voy a hacer una aplicación).... Pero para esos menesteres de quedarte sentada hasta que las piernas te piden por favor que te muevas, prefiero el punto de cruz, o incluso rematar bieses. Porque no, que lo he intentado pero no soy yo de ganchillo y menos aún de punto. 

Pero sí que soy de hacer fundas para las agujas de ganchillo o de punto. Eso me encanta: escoger las telas adecuadas, unirlas, entretelar, ponerle el bies... Y llevo una temporadita que he hecho unas pocas, aquí os las muestro. 

Esta primera lleva el acerico compañero, formando un conjunto monísimo para regalar. 



Para la base del acerico elegí esta tela tan apropiada.
Acostumbrada a hacer guardaagujas de ganchillo, el primero que hice para punto me pareció gigante. Y más aún poniendo uno al lado del otro. 


Como en la parte externa he combinado varias telas, he hecho una foto con el guardaagujas abierto, y así las podéis ver.

Ni un segundo después de hacer la foto, se cayó el guardaagujas por el lado izquierdo, se nota ¿verdad?
El interior también es de tonos tostados. 


Y la funda para las agujas de ganchillo es igual pero en miniatura, me parece lindísima. 


Este otro guardaagujas que ahora os muestro es completamente diferente y escogí un día rutilante de sol para fotografiarlo, la calidez de la chimenea no me resultaba tan adecuada. 




Después del azul vino el rojo y una vez terminado me gusta muchísimo cómo ha quedado.




Y por último el que quizás sea mi favorito. Me pidieron que repitiese el primero que os he enseñado, el rosa no, el primero para agujas de punto. Pero como ni las telas me quedaban, ni igualito, igualito lo podía hacer, he combinado otras telas pero en los mismos tonos tostados.




Y por hoy me despido, muchas gracias por vuestra compañía, vuestro tiempo en visitarme y un beso a todas. ¡¡Feliz semana!!

lunes, 8 de febrero de 2016

Desde todos los ángulos.

¡Qué ganas, pero qué ganas tenía de enseñaros estos conjuntos de playa! Hoy no hay historia detrás de cada foto, no hay una reflexión, no hay una conclusión. Hoy hay: fotos, fotos y más fotos, porque estos conjuntos me tienen enamorada y todas las perspectivas son bonitas. 

Algunas telas nacen para hacernos felices. Y estas bailarinas lo consiguen. Son simpatiquísimas y junto con el tono rosa de la toalla forman una combinación perfecta para una nena que cumple 3 años. 


¡Lo coquetísima que va a ir Paula a la playa y a la piscina!

Os aseguro que al natural el nombre se lee mucho mejor.
Ha sido un placer buscar la toalla adecuada y los mejores complementos parta conseguir ese toque clásico que me pedían y coqueto que requería la ocasión.



Los madroños y el plisado han dado ese equilibrio que buscábamos entre lo sencillo y lo chic.


La mochila a juego con el nombre de la niña, bolsillo interior y cintas regulables hacen que sea muy cómoda y muy útil. 




Con el neceser a juego, por supuesto.


Pero el de Paula no es el único conjunto playero que estaba esperando en la recámara. El conjunto de Pablo no se queda para atrás, y si no: mira, mira. Me figuro que a alguna le sonará, y es que es un calco de este otro que hice la primavera pasada







Para tirar de la cremallera, este pececillo que surca las aguas azules.

Ya os lo dije: el día hoy era para fotos, fotos y más fotos.

Un beso a todas y mil gracias por vuestras compañía.

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