Un día de hace un par de semanas me desperté con el firme propósito de cambiar las cortinas de la cocina. Tenía comprada la tela desde hacía meses, lavada, doblada y a la espera. A la espera de tener tiempo, a la espera de despertar una mañana con el firme propósito de aparcar lo importante y dedicarme a lo que puede esperar, pera ya más no.
Y tan decidida iba que lo conseguí. Quité las que llevaban 11 años colgadas, tan monas y sencillas en su momento (lienzo beige con encaje de bolillos en el mismo tono), pero con manchas imposibles y con zonas apulgaradas. Sobre la mesa donde comemos abrí la pieza de tela que esperaba su turno, regla en mano, máquina en marcha... y le di un giro nuevo a mi cocina, que ese mismo día durmió con sus nuevas cortinas estampadas.
La tela me costó encontrarla a mi gusto. Debía ser fuerte y gruesa, que no se arrugara, estampada pero sin que me agobiara y de colores cálidos donde predominaran el amarillo y el verde. Creo que estuve un año buscando, hasta que en Leroy Merlin encontré lo que quería.
Es un estampado que se adapta perfectamente al estilo rústico de los muebles, los azulejos y los fregaderos.
Tenía pensado hacer más complementos, pero la verdad es que la talega del pan aún está nueva, el guante y el agarrador están en perfectas condiciones, así que sólo me he hecho la bolsa para guardar las bolsas de plástico, que la anterior estaba ya estropeada.
Y entusiasmada estaba yo, tirada en el suelo de la cocina buscando el mejor encuadre para que en las fotos saliera todo lo que tiene que salir, cuando oigo un ronroneo muy cerca mía.
¡Con qué paciencia ha esperado Sindy su turno para que le llenara sus platos de pienso y leche! Y es que todo tiene su momento: la tela para convertirse en cortina y la leche para beberse.
Antes, un mes antes, fue el momento de las taleguillas. Primero mi hermana me pidió que le preparara a su hija una bolsita donde llevar una botellita de agua, una lata con frutos secos y un bocadillo a la Universidad. En algo así la tela es fundamental, pues el salto entre una bolsa más y... LA TALEGUILLA, casi únicamente depende de la tela. Encontré este estampado urbano con palabras sueltas en inglés perfecto para quien estudia Filología Inglesa.
Los tonos azules y marrones son los favoritos de mi sobrina y me consta que ha sido un éxito.
Mientras la hacía pensaba que mil años atrás, cuando yo iba a la Universidad, hubiera resultado más que extraño que alguien sacara de su bolso una taleguilla con comida para aguantar la mañana. Y me alegra saber que hoy día, es costumbre generalizada sacar tu bocadillo entre clases, tu tentempié o incluso tu tupper con las croquetas de mamá. Que lo lógico ya no es visto como de niños pequeños, y que irse a la cafetería o al kiosco más cercano no es la única solución para matarte el hambre.
Y comprobando que las taleguillas no tienen edad, se me ocurrió hacerle una a mi madre para guardar las medicinas. Busqué entre las telas que mi padre me pintó hace ¿un par de años? y todavía me quedaban unos buenos retales. Tenía todos los ingredientes para sorprenderla con un detalle hecho exclusivamente para ella.
La taleguilla gustó, pero no ha conseguido desbancar a la otra que sigue usando y que de manera mucho más sosa le cosí hace años. Tendremos que esperar, porque como ya sabemos: todo tiene su momento.
Gracias por estar ahí.
Rocio que bonito el estilo rústico que tienes y la tela es la adecuada, como bien buscabas. Las bolsas muy chulas pero la de tu madre, con la historia de esa tela pintada tan bonita es la mejor sin dudarlo. Un beso y feliz semana.
ResponderEliminarMuy bonito :)
ResponderEliminarBesos,
Guida
Costó pero lo lograste. Combina perfectamente en tu cocina rústica, esos tonos otoñales. Las talegas también diste en el clavo con ellas. Muy bonita la tela pintada por tu padre, con esos tonos. Pero siento decirte que me has chafado la idea que tenia, cuando he visto que tenias talega para las bolsas, brrrrr. Besitos canarios.
ResponderEliminarPreciosas las taleguillas!!! Y tu cocina ahora con cortinas nuevas luce explendida. Besos
ResponderEliminarPues si, como tu bien dices todo tiene su momento, lo malo es que el momento de hacer lo que nos gusta no llega igual de rápido que el de las obligaciones Jjj.
ResponderEliminarTu cocina te ha quedado con un nuevo look que le queda muy apropiado a su estilo.
Ahora lo que me ha hecho gracia, ha sido que a esas bolsas las llames como he oído llamarlas toda la vida de Dios a mi madre, taleguilla o talega. Aquí es más normal llamarlas bolsa de la merienda o desayuno. Llámense como se llamen las tuyas son muy chulis.
Besos
Me encantan esas cocinas de estilo rústico. La tuya ha quedado genial!! Besitos
ResponderEliminarEs verdad que las telas son importantes, son el "alma" donde vayan destinadas. Y tu las trabajas estupendamente, muy versada en ello, como has puesto en manifiesto en ésta entrada, con delicadeza y sensibilidad. Tienes armas para triunfar Rocío. Besos.
ResponderEliminarLa tela es preciosa y te queda genial en tu bonita cocina, todo llega, a veces dejamos las cosas para después y el despues parece que no va a llegar, me alegro que tus cortinas hayan visto la luz y hayan salido de su escondite para lucir así de bonitas.
ResponderEliminarUn beso.
Te han quedado unas cortinas preciosas, me encantan.
ResponderEliminarY las taleguillas de lo mas utiles y bonitas.
Besos guapa.
Chary :)
¡las cortinas preciosas y muy alegres, y las taleguillas una monada! un abrazo guapa
ResponderEliminarMe alegro de que llegara el momento de las cortinas, porque te han quedado geniales. Y las taleguillas, me encantan!!
ResponderEliminarUn saludo
Rocío qué alegre te quedó la cocina con estas cortinas tan bonitas a juego con la bolsa del pan. Las otras bolsas también me gustan mucho. Sindy no se pierde ni una, jjje. Un besote cielo
ResponderEliminarHan quedado estupendas y la cocina tiene un aire encantador.
ResponderEliminara mí me pasa lo mismo, cuando voy detrás de algo en concreto hasta que no lo veo, no lo compro, pase el tiempo que pase.
Un saludo
Muy chulas las cortinas, muy campestres. Y los fregaderos qué bonitos que son... ahí hasta debe apetecer fregar los cacharros. La telega para tu sobrina es ideal, y la de tu madre también...
ResponderEliminarBesitos
Pues te han quedado muy bonitas y alegres!! las mochilas preciosas, bss
ResponderEliminarQuedan muy bonitas las cortinas nuevas de tu cocina. Las taleguillas geniales, cada una con el estilo ideal para las dueñas. Es verdad, todo tiene su momento...
ResponderEliminarBesos.
Combina de maravilla que bonito te ha quedado!besos
ResponderEliminarLas cortinas quedan genial! Y las taleguillas muy bonitas y prácticas. Muchos besos y feliz fin de semana, Chus
ResponderEliminarHola Rocío! Vaya cambio que te han dado las cortinas a la cocina. Ya se sabe: lo nuevo tiende a que lo disfrutemos más. Me encantan esos fregaderos de cerámica verdes, qué originales!
ResponderEliminarY las taleguillas son preciosas. Yo también he hecho varias para guardar juguetes o para llevar meriendas.
Besos
Qué bonitas quedan las cortinas! La tela es perfecta para tu cocina. Muy chulas las taleguillas, siempre tan útiles (aunque tu madre de momento prefiera usar la más antigua). Un beso!
ResponderEliminarDespués de ver las cortinas de la ventana he tenido que pasar a ver lo demás. Me encanta tu cocina!!!!!
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